Friday, May 01, 2009

Busco a una chica. Su nombre es Cindy.

Su nombre completo es Cindy Belén Méndez Pérez. La distancia del tiempo me nubla asegurar que su segundo nombre sea Belén, ya que también podría ser Belem. Recuerdo que alguna vez su mamá la llamó por ese nombre, pero creo que no le gustaba mucho. El mismo tiempo que hay de por medio, también me hace dudar si su segundo apellido es Pérez, aunque hasta donde recuerdo con claridad ése era. Hoy en día, ignoro por completo si usa esos apellidos. Quizás el tiempo la hizo cambiar de nombre.

También ignoro si actualmente use lentes. Antes los usaba y en mi muy particular opinión se veía linda con ellos. Creo que tampoco le gustaba mucho usar lentes, pero hasta donde recuerdo le eran necesarios. Fuimos los tres últimos años de la primaria juntos. Estábamos en la clase del profesor Ambrosio, el cual un día anotó algunas cosas en pizarrón. No recuerdo exactamente qué anotó, pero recuerdo que había números de por medio. Yo los estaba copiando en mi cuaderno mientras los leía en voz alta. Maña de la que me percaté porque cuando callé por un momento, Cindy me pidió que prosiguiera porque ella no alcanzaba a ver y de alguna manera le estaba dictando. Quizás ya no use lentes, quizás use lentes de contacto o tal vez ya se hizo una de esas muy modernas cirugías láser para ver mejor. No sé cómo el tiempo haya tratado su vista. Ni su forma de ver las cosas.

Recuerdo perfectamente que le gustaban los chocolates Torino de la Giralda. Deliciosos chocolates dulces de un tamaño más pequeño que la palma de la mano, pero de un sabor inigualable. Dichos chocolates venían envueltos en papel aluminio de muy diversos y llamativos colores. A ella le encantaban y a mí me encantaba que sonriera cuando se los compartía. Un día ella hizo una fiesta por el motivo de su primera comunión y a pesar de mi falta de imaginación, no encontré regalo más perfecto que una copa llena de chocolates Torino envuelta con un vistoso moño verde.

Honestamente nunca he tenido muchos amigos y tampoco soy muy afecto a las fiestas. Sin embargo ella tuvo la atención de invitarme a su fiesta y para ser sinceros, a ésta fiesta si estaba ansioso de ir, aunque me estaba muriendo de nervios porque tendría que ir solo. La fiesta fue en casa de unos tíos suyos ubicada relativamente cerca de mi casa y de la escuela en la que estuvimos. Como oficialmente esta era la primer fiesta a la que asistiría sin compañía de adultos no quería cometer ningún error. Como la ocasión era una primera comunión no sabía si ir vestido de manera formal o de manera informal, así que me sugirieron llevara camisa y una corbata de Mickey Mouse. Llegué al lugar de la fiesta y no conocía a nadie esa noche a excepción del ya mencionado profesor Ambrosio con el cual pasé la velada. Recuerdo que sus tíos tenían un enorme perro, el cual me parece era un gran danés. Recuerdo esto porque unos niños más pequeños que yo lo estaban molestando y el perro les ladraba. Esto no afectó a la fiesta para nada. Recuerdo que la cena fue arroz con pollo, que por cierto estuvieron muy buenos. También recuerdo que me fui a la hora de partir la piñata. Tendríamos ambos unos diez u once años en ese entonces.

Ambos íbamos en la primaria Estado de Puebla. Ella tenía una prima que asistía unos dos o tres grados menos que nosotros. Recuerdo a su prima, porque a veces estaba con ella a la hora del recreo. No estoy muy seguro, pero me parece que esa prima era parte de la familia que organizó la fiesta de la primera comunión.
Fue en esa primaria donde ella tenía a su mejor amiga de ese entonces. Su nombre era Vianca. (Aquí me falla la memoria si se escribe Vianca o Vianka). Y fue en esta primaria donde también tenía un novio de nombre Luís Alberto. Como mera anécdota, Luís tenía un hermano menor, el cual ignoro su nombre y un amigo de nombre Pedro, el cual ignoro su paradero, pero que era hijo de una maestra de cuarto grado en la primaria en la que íbamos.

Luís nunca se supo la fecha del cumpleaños de Cindy. Honestamente, creo que es imperdonable olvidar el cumpleaños de una chica tan linda como ella y más si se supone que era su novia. Ahora el paso del tiempo me hace dudar un poco acerca de la fecha, aunque estoy casi seguro de que su cumpleaños es el 7 de Mayo. De no ser así, mi segunda opción a elegir es el día 13 del mismo mes.

Fue precisamente un mes de Mayo, en un festival del día de las madres, donde ella bailó un tango junto con Luís. Hasta donde mi memoria alcanza, para ese entonces cursábamos el sexto grado. Y fue así, cursando el sexto grado, que fue ella la única persona que me firmó mi camisa con una dedicatoria al salir de la primaria.

Pasó un largo tiempo sin que yo supiera de ella, sin embargo, un día me la encontré en la calle cuando yo iba de regreso a mi casa. Fue uno de esos momentos que hasta parecen cliché al contárselos. Nos topamos de frente en nuestros caminos sin decir palabra alguna y cuando proseguía mi camino ella mencionó mi nombre. He de aclarar en este punto, que el nombre que mencionó es un nombre que muchas veces pasa inadvertido, sin embargo ella lo sabe y lo pronunció.

Al encontrarnos esa vez quedamos en salir a tomar un café. Tomamos un café en un Vips que está en Fray Servando. Esa vez nos acompañó su amiga Vianca. Platicamos algunas cosas. Lo clásico, que a quienes habíamos visto, que qué hacíamos y que pretendíamos hacer. Cuando estábamos en la primaria, alguna vez Cindy me dijo que le gustaría ser maestra y cuando nos vimos, ella estaba cursando la preparatoria y quería iniciarse en el mundo de los espectáculos como cantante. En esa ocasión me mencionó que era admiradora de Madonna. Ignoró en qué trabajo la puso el paso del tiempo.

Dada la afortunada coincidencia de habernos encontrado me dijo que me invitaría a sus XV años. Cumplió su palabra. Un domingo sin esperarlo, su mamá tocó la puerta de mi casa. Yo no estuve presente, pero mi mamá atendió al llamado. Efectivamente su mamá asistió a dejarnos las entradas y la dirección para la misa y la fiesta de sus XV años. Su fiesta no fue en Mayo, fue en Noviembre. Tuvo que haber sido entre el 20 y el 29 de Noviembre del 2001. Recuerdo que su fiesta estuvo cerca de un puente por el aniversario de la revolución y que George Harrison acababa de morir.

La noche de su fiesta lucía preciosa, simplemente inigualable. Tenía un vestido amarillo que le sentaba maravillosamente en juego con sus zapatillas. Al terminar la misa hubo una sesión de fotos con la mayoría de invitados. Recuerdo que me acerqué y le dije que se veía maravillosa. Ella sonrió a pesar de estar apresurada por su fiesta. En esa ocasión no pude intercambiar más palabras con ella porque sus amigas y familiares le hicieron pasar una velada maravillosa. Respecto a esa foto, bueno, pues supongo que ella la debe tener guardada con todos los recuerdos de sus XV años como usualmente pasa.

En esa ocasión, después de 5 o 6 años, volví a compartir la mesa con el profesor Ambrosio. Para su fiesta de sus VX años si estuve acompañado de mi familia. Dada la situación de que esta vez si iba yo acompañado, su mamá muy atentamente nos acomodó con el profesor para poder mantener una charla sin caer en la incomodidad de vernos entre desconocidos.

Su mamá, hasta donde la recuerdo y cómo la recuerdo es una persona muy atenta y amable. En los tiempos en los que asistíamos a la primaria trabajaba desde muy temprano en la central de autobuses del oriente de la Cuidad de México. TAPO, por sus siglas. Me parece que trabajaba en las taquillas de boletos y después obtuvo un ascenso para trabajar en las oficinas. Me parece que trabajaba para ADO. Por este motivo, Cindy llegaba muy temprano a la escuela a pesar de vivir relativamente lejos de la escuela. Siempre era una de las primeras en llegar ya que su mamá la pasaba a dejar y salía corriendo a su trabajo.

Hasta donde recuerdo y en esto espero no errar, me parece que Cindy también tenía una hermana menor. Pero más allá de este dato, no tengo nada que comentar al respecto.

Su fiesta de XV años fue la última vez que la vi. Desde entonces no he sabido nada de ella. Alguna vez, un rumor de una fuente no muy confiable me dijo que ya tenía una hija. Tal vez, pero creo que sólo es un rumor.

A veces conoces personas que pasan en tu vida y el tiempo las va difuminando. Mi memoria sólo me alcanza para escribir que Cindy es una chica linda y bastante tierna. Esa es una descripción que el tiempo no alcanzado a borrar de mi cabeza. Espero que el tiempo no la haya cambiado. A veces uno quisiera reencontrarse con ciertas personas, a veces ya no. A veces sucede que el tiempo cambia diametralmente a quien se deja de ver por mucho tiempo y a veces, uno encuentra que no han cambiado en nada.

Me gustaría encontrarme con Cindy. Tomaría el riesgo de desafiar el paso del tiempo. Es una chica que merece la excepción.

Al igual como Antoine de Saint-Exupéry siguió buscando al principito, yo sigo buscando a Cindy. Soy el mismo Ángel que vive en la casa frente al parque. El mismo parque que hay que atravesar para llegar a nuestra escuela. Muy cerca de la iglesia. Soy el mismo Ángel que un día se encontró en la acera de mercado cuando se cruzaron nuestros caminos. Y lo más importante, soy el mismo Ángel que se sentaba en la banca con ella frente al escritorio del profesor Ambrosio.

Si un día ella lee esto, que sepa que me gustaría encontrarla de nuevo. Me gustaría porque soy el mismo Ángel que un día común y corriente pasó frente a nuestra vieja escuela y me acordé de ella. Y si tú conoces a una Cindy, por favor dile que lea esto, quizás nos volvamos a encontrar.

(En esta Redacción desde lo más Oscuro de la Vía Láctea -REDMOVIL-, deseamos que Mickey Bluays, autor de este texto, encuentre a Cindy. Y apelando al infinito le decimos tranqui, que en la vida no se puede vencer al destino)

Aviso: hasta nuevo aviso, y debido a la alarmante pandemia de la influenza que invade al universo, esta REDMOVIL muda sus instalaciones a la playa, a un edificio construido por Shecomesincolorsintheair. Estarmos al pendiente -jaja, no es cierto-.